Los radiadores de aluminio son uno de los modelos más populares del mercado. Las razones son varias. Por un lado, ofrecen las ventajas de aportar calor de forma muy efectiva. Además, son una de las opciones preferidas por las familias por motivos estéticos. Consiguen formar parte del diseño del hogar sin sobresalir demasiado. Por todo esto, es muy posible que te interese saber cómo realizar la reparación de radiadores de aluminio.
Reparación de radiadores de aluminio: cómo evitarla
Estos equipos son realmente muy fiables y su vida útil es muy larga. Sin embargo, como cualquier otro modelo, no están libres de posibles averías. Eso sí, en general estas vienen dadas por una mala utilización o la falta del mantenimiento por parte de los usuarios.
La principal ventaja de los radiadores de aluminio es que no presentan corrosión por óxido. Eso elimina gran parte de los problemas que pueden llevar a una reparación. Si se realiza un buen mantenimiento de los mismos, en términos de limpieza, se reduce en gran parte la posibilidad de averías. La mejor manera de llevarla a cabo es pasando una aspiradora de boca estrecha por toda la superficie. A continuación, se puede pulverizar con algún producto de limpieza como detergente o incluso amoniaco. Se debe dejar actuar el liquido unos instantes para luego pasar un cepillo que remueva todas la suciedad y grasa adheridas.
Otra de las operaciones necesarias en la reparación de radiadores de aluminio es el purgado. Para llevarlo a cabo, simplemente es necesario abrir la boquilla de purga, que es un dispositivo que tienen todos los radiadores. Al destaparla, es preciso esperar que salga todo el aire y seguramente también un poco de agua turbia, que se debe dejar correr por unos instantes.
Para la subsanación o reparación de radiadores de aluminio con averías más graves o en caso de necesitar ayuda para realizar el purgado, lo mejor es contactar con profesionales. En Imsatec tenemos los mejores, ¿quieres que te ayudemos?