La instalación de radiadores es una tarea muy habitual en una vivienda. Sin embargo, sigue habiendo muchas dudas sobre cuál es la mejor forma de hacerlo. La gran mayoría de ellas se centran en conocer la mejor posición para colocarlos. Y es que la ubicación de los equipos va a influir claramente en la sensación de calor, así como en el gasto mensual de la factura.
Instalación de radiadores: dónde colocarlos
La mayoría de las personas realiza la instalación de radiadores cerca de las paredes interiores. Generalmente se cree que esta es su mejor ubicación para que el calor no se escape por la fachada. Efectivamente, su colocación en estas zonas evita que el aire caliente se fugue por los muros exteriores. Además, también permite calentar los tabiques y que así estos conserven y transmitan calor durante la noche. Sin embargo, esta ubicación puede ser molesta en una vivienda en relación a los distintos muebles de la misma. ¿Existen otras alternativas?
Hay otra ubicación recomendada para la instalación de radiadores. Pero no es que sea una alternativa, es realmente la mejor opción que puedes tomar: debajo de las ventanas. Esto puede resultar chocante, ya que mucha gente sobreentiende que de esta manera el aire caliente se escapa de la casa. Sin embargo, el verdadero error es alejar los equipos de las ventanas. Al hacerlo, se crea una corriente convectiva que atraviesa toda la habitación produciendo desequilibrios térmicos y sensaciones desagradables.
En cambio, al colocar radiadores debajo de las ventanas, se consigue que el aire caliente suba y empuje el aire frío. Así se facilita una convección cíclica que reparte el calor de forma rápida y homogénea por la habitación. De hecho, se calcula que el ahorro al utilizar esta ubicación es de un 30%.
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